viernes, 23 de septiembre de 2011

                                                       IGLESIA ANGLICANA
                                        


                                                                HISTORIA DE LA IGLESIA CRISTIANA


Movimientos Populares
[Tomado de Encarta]

Desde el siglo XVII, los sucesivos movimientos dentro de la Iglesia anglicana la han ampliado considerablemente, tanto en el plano espiritual como en el eclesiástico. En el siglo XVIII, y con el renacimiento evangélico, se infundió a la religión popular de la Iglesia oficial un nuevo sentido de piedad y de consagración personal, logrando así que la gente entendiera más en profundidad la responsabilidad que recae sobre el cristianismo con respecto a las misiones, a la educación religiosa y a los males morales y sociales de la época. Lo que impulsó este movimiento fueron los escritos de John Wesley y de sus seguidores, muchos de los cuales se alejaron de la Iglesia anglicana para convertirse al metodismo.

Durante el siglo XIX, un grupo de clérigos de la Universidad de Oxford inició un movimiento cuyo propósito fue reincorporar a la herencia espiritual de la Iglesia anglicana elementos del catolicismo que habían sido respetados durante los años de la Reforma. Los miembros de la Iglesia baja, considerando que su piedad y sus prácticas religiosas eran muy similares a las principales características del protestantismo, temieron una tendencia excesiva hacia las creencias y prácticas del catolicismo, por la influencia de los miembros de la alta Iglesia (que preferían que existiera una mayor adhesión a los sacramentos y a la liturgia católicos). A pesar de este temor, el Movimiento de Oxford de la Iglesia alta prosperó, y transformó la imagen de la Iglesia anglicana. Dio un nuevo énfasis a la belleza y dignidad de las prácticas religiosas y a los centros donde se llevaba a cabo el culto. Más tarde, el movimiento amplió su preocupación a los asuntos teológicos de la Iglesia, al antiguo catolicismo, al carácter apostólico del ministerio, a los sacramentos, a la pastoral y al significado de sus principales credos.

El hecho de que dentro de la Iglesia anglicana pudieran prosperar tanto el movimiento evangélico de la Iglesia baja como el Movimiento de Oxford de la Iglesia alta, ilustra la amplitud y la flexibilidad de la fe y de las prácticas de la tradición anglicana, en la que siempre se ha dado la verdadera coexistencia, a lo largo de los años, de las tendencias de las dos iglesias, la alta y la baja. Durante los últimos años del siglo XIX existió también el movimiento de la Iglesia tolerante. Estaba formada por aquellos anglicanos que se sentían en una posición intermedia entre los partidarios de la alta y de la baja Iglesia. Formaba parte de este movimiento, entre otros miembros eminentes de la Iglesia, el educador británico Thomas Arnold. Esta integración de tendencias tan divergentes, ha ocasionado controversias y tensiones dentro de la Iglesia anglicana, pero muchos anglicanos tienen la firme convicción de que el carisma de esta Iglesia es el espíritu de comprensión con que mantiene unidos puntos de vista tan distintos.
La fundación de una Iglesia episcopal protestante independiente en Estados Unidos data de la época de la guerra por la independencia, cuando los miembros de la Iglesia anglicana de las primeras colonias no pudieron continuar su adhesión a la Iglesia madre, cuya sede central estaba al otro lado del océano. Se establecieron así otras iglesias, formadas todas en torno a la Iglesia anglicana, movimiento que recibió el nombre de Comunión anglicana. Independientes y separadas de la Iglesia anglicana, de Irlanda y Gales, y de la Iglesia episcopal de Escocia, estaban las iglesias anglicanas de Canadá, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, África occidental, África Central, República de Sudáfrica, India, China, Japón, y de las Antillas. Estas iglesias, y sus muchas misiones, se distribuyen por casi todo el mundo, entre personas de distinto origen, pero que se han asimilado a la cultura anglosajona. Constituyen una comunidad unida en torno a una fe y prácticas religiosas comunes.
Uno de los puntos de discusión más críticos dentro de la Iglesia anglicana contemporánea se refiere al de la ordenación de mujeres. A pesar de que existían precedentes de sacerdotisas dentro de la Iglesia americana episcopal, el que se oficializara esta práctica contaba con la oposición de uno de cada diez sacerdotes y miembros de la comunidad laica. El estatuto que establecía que “no existen objeciones fundamentales para la ordenación de mujeres” fue aprobado por primera vez durante el sínodo general de la Iglesia de Inglaterra en 1975; las primeras mujeres diáconos fueron ordenadas en 1987. El sínodo general finalmente otorgó su aprobación para la ordenación de mujeres en 1992. La aprobación parlamentaria fue votada el año siguiente, y el 12 de marzo de 1994 fueron ordenadas las primeras 22 sacerdotisas de la Iglesia anglicana. Sin embargo, un grupo de sacerdotes que no estaban dispuestos a aceptar la decisión, y que por lo general sostenían las posiciones de la Iglesia alta, se retiraron de ésta, siendo recibidos por la Iglesia católica. Se organizó un sistema de visitadores episcopales provinciales para regir las parroquias que se negaban a aceptar a las mujeres sacerdotes.
Descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles
En el quincuagésimo día después de la Pascua, en la festividad judía de Pentecostés, que coincidió con un domingo, los apóstoles se reunieron para rezar. Asimismo se encontraba presente junto a ellos la Madre de Dios y algunos otros cristianos, en total 120 personas. Como a las 9 de la mañana de repente se oyó un ruido parecido al de un viento fuerte, y este sonido llenó la casa del monte Sión donde se hallaban los Apóstoles. Los Apóstoles sintieron una gran animación, esclarecimiento y sed de predicación de la salvadora Palabra de Dios, o sea, la Santa doctrina de nuestro Señor Jesucristo. Repentinamente obtuvieron la capacidad de expresarse en varios idiomas.
La historia de la Iglesia cristiana comienza con el descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles. Antes de su Ascensión al cielo, nuestro Señor Jesucristo mandó a sus apóstoles que no se apartasen de Jerusalén hasta ser revestidos de poder supremo desde lo alto. Esperando el cumplimiento de esta promesa del Señor, ellos después de rezar eligieron a Matías como el duodécimo Apóstol en lugar del traidor Judas; eligiendo al suplente de Judas, los Apóstoles condicionaron que el mismo debía ser testigo de la obra y Resurrección de Cristo.
Entonces, el Apóstol Pedro, a quien acompañaban los otros once Apóstoles, pronunció palabras potentes, diciendo que ellos no estaban embriagados ya que no es más que la hora de la mañana, sino que Dios hizo cumplir la profecía del santo Profeta Joel referente al descenso del Espíritu Santo. También el Apóstol Pedro dijo acerca del Salvador, "a Quien vosotros habéis matado, pero Dios Lo ha resucitado, y Él, después de su gloriosa Ascensión, ha enviado al Espíritu Santo." El sermón del Apóstol Pedro estuvo impregnado con la fuerza espiritual y con el amor para con los extraviados judíos. Estos se enternecieron y preguntaban: "¿Qué tenemos que hacer?" El Apóstol contestó: "Arrepentís y recibid el bautismo para la absolución de los pecados, luego obtendréis el don del Espíritu Santo." En aquel día fueron bautizados 3.000 hombres.
Después de Pentecostés los Apóstoles Pedro y Juan iban hacia el templo para orar. En la entrada del templo se encontraba sentado un mendigo, cojo desde su nacimiento, que no podía caminar y suplicaba por una limosna. El Apóstol Pedro le dijo: "No tengo ni plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en nombre de Jesús Nazareno Cristo, levántate y anda." Éste saltó y se alejó alabando a Dios. Este milagro impresionó mucho al pueblo. Después de las palabras pronunciadas por el Apóstol Pedro se bautizaron 2.000 hombres. De esta manera, el número de los cristianos dentro de un corto lapso ascendió hasta 5.000 personas.
Historia Anglicana
En el año 597, el obispo de Roma, papa Gregorio I envió a Inglaterra a unos monjes encabezados por Agustín para predicar el evangelio y fortalecer las misiones católicas que ya estaban trabajando dentro de Gran Bretaña. Según la tradición anglicana en esa región del mundo ya conocían y existía un cristianismo católico tradicional. Hay documentos que comprueban que en el I Concilio Ecuménico de la Iglesia, hubo presencia de obispos ingleses procedentes de Inglaterra. En 1534 cuando era Gobernante de Inglaterra el rey Enrique VIII, en esa nación ya había movimientos de reforma religiosa. Enrique [Henry], estaba casado por el rito romano, con Catalina de Aragón, con quien no tuvo hijos varones.

Entonces él solicitó al obispo de Roma Clemente VII, la anulación de su matrimonio y casarse por segunda vez con Ana Bolena y poder tener un hijo varón que heredara la corona. Se afirma que con Ana Bolena sostenía un romance en secreto [a voces]. Algunos dicen que eran amantes detrás de las oficinas de los palacios. Debemos aclarar que Enrique VIII no fue clérigo. Era simplemente el gobernante ingles y jamás participó de un ministerio como Diácono, Presbítero u obispo. El rey es el rey pero nada más. Enrique VIII, cometió muchas imprudencias como hombre y no sólo se volvió a casar sino que asesinó a varias de sus nuevos romances que la historia equivocadamente llama esposas y que la Iglesia dice que el hombre debe amar a su esposa hasta que la muerte los separe.

El obispo de Roma le negó la anulación del matrimonio a Enrique VIII. Entonces el gobernante de la monarquía inglesa, rompió relaciones con Roma y recurrió a los obispos de Inglaterra para lograr sus propósitos. Los obispos ingleses aprovecharon la situación para no pagarle mas tributo a Roma y al Vaticano. Es así como nace la separación entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Inglaterra. Se creó una Iglesia Nacional que hoy conocemos como Iglesia Anglicana o Iglesia de Inglaterra. Esta siguió fiel al credo apostólico y a la doctrina católica, aunque no reconoce la autoridad del Vaticano.

En los últimos tiempos los anglicanos se han dividido en varios grupos debido a formas que lesionaron la tradición de la Iglesia y la sacramentalidad histórica, como es la ordenación de mujeres al ministerio ordenado, para tratar de reemplazar a los varones apóstoles de Jesús [el fundador]. La aceptación de obispos de tradición inglesa nacidos en Estados Unidos con la bendición nupcial de personas del mismo sexo, ha separado mas el tramo y la brecha de los anglicanos. Entre las ramas que apoyan esta forma no aceptada en la Santa Biblia, están los representantes de la Iglesia Episcopal de USA y sus filiales en el continente America y la Iglesia Episcopal Anglicana de Canadá.

En América, la Iglesia Anglicana comenzó su apostolado cuando los exploradores ingleses, fundaron misiones de pequeños grupos e iglesias en las colonias, sujetas a Inglaterra hasta que dentro de los Estados Unidos nacieron, varios grupos de cristianos y se formaron en varios de los estados de esa nación ubicada también al lado de otras en Norte America. Una de las primeras misiones se dio en el Estado de Virginia, en donde hoy en día existe una comunidad fuerte de anglicanos tradicionalistas. El Anglicanismo Tradicionalista entró por el Mar caribe.

En las naciones de las Antillas Menores y Antillas Mayores, el movimiento anglicano se dio mucho antes que en America Latina. Se comenta recientemente que un grupo de sacerdotes y obispos anglicanos en Inglaterra, no apoyaron las decisiones del monarca Enrique VIII al escoger nuevas compañeras y presentarlas como esposas legítimas. El rey cometió adulterio y fornicación. De ellos se dio origen al Movimiento Anglicano Continuante, que sigue hoy en día fiel a la histórica fe de los santos apóstoles. Esta Iglesia es fiel a Cristo y a los delineamientos de los continuantes en forma independiente y autónoma.

En Sur America, el Libertador Simón Bolivar quiso que sacerdotes ingleses reempalzaran a los sacerdotes romanos como capellanes del ejército libertador. La oposición de los grupos comandados por el vaticano se lo impidieron. En la ciudad de Cartagena, Colombia los misioneros anglicanos provenientes directamente de Inglaterra, no se pudieron bajar del barco que los traía a su nueva misión. En Colombia las primeras menciones de la Iglesia Tradicional Anglicana datan de 1966, cuando un grupo de ingenieros ingleses arrivó al Puerto Petrolero de Barrancabermeja, Santander e intrrodujo entre algunas familias de colombianos El Libro de Oración Común de 1928. Los profesionales traían la fe y herencia tradicional de la Iglesia Católica de Inglaterra. Familias de Medellín y Bogotá conocieron de esta semilla. Debemos aclarar que la costa norte de Colombia y varias ciudades a orillas de la costa suramericana, recibieron numerosas visitas de misioneros anglicanos tradicionalistas.

Alabado sea el Dios de nuestros padres que es el mismo Dios al que con sencillez, aceptamos su santa voluntad. Amen.